Una pregunta común para aquellos que quieren escribir es si realmente es necesario conocer las técnicas literarias. Un primer impulso es decir ¡yo solo quiero ser escritor! Pero como cualquier arte, escribir tiene sus mecanismos.
Las técnicas narrativas son simplemente recursos, procedimientos o pequeñas normas que a lo largo del tiempo, los escritores han comprobado que funcionan para lograr crear sus historias. Ese conocimiento se ha ido transmitiendo generación tras generación y son esos pequeños trucos que pueden resultar un recurso interesante.
Es cierto que una persona puede escribir un buen relato o incluso un libro de calidad sin conocer estas técnicas. Sin embargo, la gran diferencia es que si las conoce podrá reproducirlas de nuevo. Es decir, no está al azar de que vuelva a hacer algo interesante, sino que SABRÁ LO QUE HACE.
Conocer las normas o los recursos de estilo no significa que tengamos que escribir en un corsé normativo. Para nada. La escritura tiene mucho de creatividad, de imaginación y de libertad. Sin embargo, de nada sirve si no somos capaces de transmitirlo de manera adecuada.
Como decía Picasso, antes de pasarse al cubismo había que saber pintar perfectamente, de la manera clásica.
¿Y dónde se pueden aplicar estas técnicas literarias?
En casi todas las partes de un texto se pueden poner en práctica. Desde la historia, al tipo de narrador, pasando por el tiempo narrativo, los diálogos, las descripciones y los personajes. Pueden usarse figuras retóricas y variar el lenguaje o los tiempos verbales en función de la trama y los protagonistas.
Conocer técnicas literarias te ayuda a escribir mejor y de manera más fácil. Te enseñan a mostrar realmente lo que tu mente de escritor quiere explicar a sus lectores.
No es difícil y si te interesa escribir es una magnífica inversión.